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Caminando por Nápoles: buscando el mar

Buscando el mar en Nápoles (2017)

Tras descansar del día anterior, decidimos caminar lo más que se pudiera por Nápoles.
Habíamos descartado ir en esta ocasión a Pompeya, dado que nos habíamos enterado de asaltos dentro de los vagones del tren Circunvesubiano (algo no tan infrecuente dado que se lee constantemente de robos en foros tan variados como TripAdvisor o los foros de Facebook), algo que luego escuchamos en el desayuno en el Hotel. Todo lo anterior nos hizo decidir quedarnos en la ciudad y aprovechar el día, ya que realmente era un lindo día para recorrer Nápoles, ya que el día siguiente viajábamos hacia Palermo. Partimos el recorrido cruzando ese micro caos que son los alrededores de la Piazza Garibaldi, ese espacio donde se resumen las miserias y las esperanzas de muchos inmigrantes que arriesgaron sus vidas al cruzar el Mediterráneo y ahora salvan su día a día vendiendo y tranzando como sea para sobrevivir el día a día.

Castel Nuovo

Dejamos la Piazza Garibaldi y seguimos tranquilamente por el Corso Umberto Primo hasta llegar hasta a la altura de la estación de Metro Universitá para doblar por la vía Agostino Depetris con el fin de ir a dar una vuelta por el Mediterráneo.  En ese recorrido matinal, puedes darte cuenta de algunas cosas sobre Nápoles: una de ella es que esta es una sociedad amante del vestir además de ser este un negocio bastante lucrativo. Existen tantas tiendas y puestos callejeros de ropa por todos los puntos, vendiendo tanto originales como copias (algunas burdas otras verdaderas obras maestras)  de las marcas de moda, pero todo esto que puede ser pintoresco, es uno de los tantos negocios donde está metida de una u otra manera la mafia local. Es inevitable pensar en la Camorra Napolitana cuando observas lo del comercio ambulante, pero bueno, es algo que si no lo tienes en mente no puedes tratar de entender a la sociedad local. Queramos o no, la Camorra parte del paisaje napolitano tanto como lo es el Vesubio, el FC Napoli, la idolatría a Maradona o San Genaro.

Piazza del Plebiscito, Nápoles


Pero volviendo al recorrido, seguimos por la vía Depetris donde llegamos a uno de los imperdibles de Nápoles, el Castel Nuovo, donde hicimos un par de fotos y seguimos hacia la Piazza del Plebiscito, el corazón institucional de la ciudad.  En esta plaza se encuentran en sus alrededores el Palazzo Reale, la Basílica San Francesco de Paola y la Preffetura de Napoles, la representación material del poder político y religioso que por siglos (en el siglo XVIII los reyes que gobernaban Nápoles eran los mismos Borbones de España, quienes tenían sus dominios en América y Asia) controló esta sociedad al menos de una manera institucional.  Tras mirar a los alrededores de la Plaza (a la cual volveríamos unas horas más tarde), seguimos en dirección al mar, puesto que nos dirigimos por una especie de costanera o rambla, la Vía Nazario Sauro, donde se puede tener una buena vista de la Bahía de Nápoles como del Vesubio y de lo que lo rodea.



Vista desde el Castel dell' Ovo, Nápoles


Caminando por esta especie de rambla, llegamos a otro castillo a orillas del mar, el Castel dell' Ovo (Castillo del Huevo) un viejo castillo que además de ser un atractivo para el visitante  (entrada liberada) también funcionan una serie de oficinas públicas, en este caso del Ministerio de Cultura italiano, lo cual le da  al Castell dell 'Ovo una identidad propia, bastante alejada del fetiche turístico pero inmersa dentro de la dinámica burocrática, tal vez de ahí que tenga un aspecto algo descuidado pero que no impide que desde acá se tengan excelentes vistas de la bahía. Desde este castillo se puede tener una excelente panorámica tanto de la ciudad como del entorno marítimo que rodea a Nápoles, un paisaje realmente imprescindible si el día es luminoso y soleado, tal como nos tocó en ese momento. Quedaba bastante por recorrer en la ciudad, pero lo demás ya es otra historia.

Tips:

Más allá de que exista transporte público en Nápoles, esta es una ciudad para caminarla. Por ello es recomendable llevar calzado cómodo ya que puedes pasar buena parte del día recorriendo la ciudad.

Si vas al Castel dell' Ovo, la entrada es gratuita y adentro también hay baños sin costo.

Napoles tiene eso que atrapa, esa mezcla de sordidez pero de paisajes únicos e inigualables donde a cada rato te tropiezas con Historia, no de  una manera majestuosa como en Roma, pero la ciudad tiene lo suyo. Pero no por ello no dejar de ser precavido: saca la cámara (sobretodo si es una reflex) en zonas turísticas, andar con efectivo a mano y no hacer ostentación de joyas ni similares.

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