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Por Europa: adios Lisboa y camino a Venecia

Monumento a los Descubrimientos, Lisboa



Tras hacer una pausa en el recorrido por Lisboa, decidimos ir hacia la Torre de Belém y al Monumento de los Descubrimientos ya que al otro día salíamos para Venecia.


Para ello tomamos un tranvía en un costado de la plaza Rossio. Tras esperar un buen rato, apareció el tranvía, el cual no era de esos pintorescos del tranvía 28, sino que era de esos modernos que recorren las calles europeas desde Lisboa hasta Varsovia, limpio y aséptico, si no me equivoco es el 15. 

La mayoría de quienes abordamos en Rossio éramos turistas, pero durante el largo recorrido de mas de 30 minutos comienza a llenarse de locales sobre todo cuando pasa por la Praça do Comércio, quedando en un momento cual lata de sardinas electrificada, pero es tan largo el camino que recorre que va vaciándose lentamente, hasta llegar a la parada que nos dejaba relativamente cerca del Monumento a los Descubrimientos.  

Tras cruzar una plaza, una avenida y mediante una pasarela bajo la calle, una línea de tren, llegamos a este portento hecho en la dictadura de Salazar (Estado Novo), un gigantesco monumento donde están todos los forjadores del imperio portugués de Ultramar, a los navegantes que cruzaron en cuasi artesanales naves hasta llegar a las costas de lo que hoy son India, Malasia,
 Indonesia, Macao, Timor Oriental y Brasil. 

Aunque el tipo de monumento es más propio del gigantismo socialista, este fue inaugurado en 1960 por una dictadura anquilosada en el pasado que pretendía mantener un imperio colonial como fuera y que recordaba a los habitantes de la empobrecida Portugal de esa época que eran los herederos de un extenso imperio desde Cabo Verde hasta Macao y que había que mantenerlo a toda costa, de ahí la sangrienta Guerra Colonial Portuguesa en Angola, Mozambique y el resto de las colonias africanas. 

Tras la Revolución de los Claveles en 1974 y la inauguración  de la democracia, el imperio colonial portugués se acabó, quedando este inmenso monumento como recuerdo de ese ya lejano período histórico y del sueño imperial tardío del Estado Novo.


Torre de Belém



Pero volviendo al siglo XXI, tras sacar algunas fotos, seguimos caminando hacia  la Torre de Belém, sobre una costanera sin mayor atractivo, salvo la inmensidad del río Tejo (Tajo en castellano).

 Tras unos 15 a 20 minutos caminando, llegamos a la Torre de Belém....pero esta estaba cerrada, así que nos limitamos a contemplar este monumento del siglo XV.


Mosteiro dos Jerónimos, Lisboa



Teníamos enfrente al enorme Mosteiro dos Jerónimos (Monasterio o Convento de los Jerónimos) pero ya no era tan temprano, así que decidimos sacar unas fotos y volver al centro de la ciudad. Para ello, tomamos un tranvía nuevamente, el cual nos llevó hasta la Praça do Comércio, lugar donde nos bajamos y dimos la última vuelta al centro de Lisboa. 

Tras una pausa, salimos a cenar algo y luego nos acostamos, ya que saldríamos a las 3 y media am de la pensión para ir al Aeropuerto de Portela para tomar un vuelo a Venecia a las 6:30 am.

 Habíamos quedado que a esa hora nos pasaba a buscar un taxi, el cual estaba ya esperándonos. El chófer del mismo era la versión portuguesa de Bill Clinton, simpático y amable, nos subió los bolsos y mochilas y raudos cruzamos una Lisboa vacía, sumida en el sueño de los justos escuchando música de Modern Talking (Cherry Cherry Lady) que era la delicia del Clinton lusitano pero no precisamente para nosotros. 

Al poco tiempo llegamos a Aeropuerto de Portela, sólo por 11 euros (baratísimo!!!), donde el hermano portugués del  ex-presidente  de los Estados Unidos, se despide saludando con la mano y nos desea un muy buen viaje. 

 Adeus Portugal!!! Y el viaje a Venecia estaba a minutos pero ya es otra historia.

Lisboa, algunos tips


Taxi: De unos 10 a 13 euros cuesta el trayecto desde el centro de Lisboa al Aeropuerto Portela. Una tarifa similar es hasta la Gare de Oriente.  Viajar en taxi en Lisboa no es caro y es bastante seguro.

Torre de Belem y Monasterio de los Jerónimos: cerrada los lunes y el resto de días de la semana abierta, pero debiendo pagar una entrada.  La misma situación sucede para el Monasterio de los Jerónimos. Ambos son patrimonio de la humanidad.  

Información sobre la Torre de Belem, la puedes ver acá: http://www.patrimoniocultural.gov.pt/pt/museus-e-monumentos/dgpc/m/torre-de-belem/  (en portugués e inglés)

Más info sobre el Monasterio de los Jerónimos la puedes ver acá: http://www.patrimoniocultural.gov.pt/pt/museus-e-monumentos/dgpc/m/mosteiro-dos-jeronimos/


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