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De Quito a Buenos Aires: de Puerto López a Máncora vía Montañita y Guayaquil

Terminal de Puerto López

Había llegado la hora de irnos de Puerto López ¿pero para donde?
Tal vez lo único malo de viajar por la costa ecuatoriana es el terrible sistema de transporte que le da servicio. No hay muchos buses, la frecuencia es realmente irregular y se viaja francamente mal. 

Tomando en cuenta eso, nos decidimos ir a la vedette de la costa ecuatoriana: Montañita que quedaba a menos de 30 kilómetros de Puerto López.  Dejamos el hostel y tomamos un mototaxi  hasta llegar a la Terminal Terrestre. 

Puerto López nos despedía con una lluvia ligera, algo no tan común con el semi árido clima de la zona, lo cual refrescaba algo el calor.  Para variar, tuvimos que esperar cerca de 1 hora un micro (bus/camión) para viajar a Montañita y cuando llegó, este venía lleno. Por suerte bajó un montón de gente, guardamos las mochilas y nos subimos al bus. 

El viaje fue lento, parando y subiendo gente, con la música del micro a todo lo que daba, sonando reguetones con letras explícitas, las que sin duda serían motivo de enojo más que razonable para  feministas y estudiosas de temas de género. 

Tras una hora de viajar en una lata de sardinas con ruedas, llegamos a Montañita, la cual a primera vista era la antítesis de Puerto López, gente y gente por todos lados, en los hostales, hoteles, hostels y residenciales había gente mayoritariamente joven, con una abrumadora mayoría de argentinos y sobre todo chilenos, eso sí, menores de 30 en su mayoría.  

Montañita transmite a la primera vista, la sensación de irreverencia, irresponsabilidad y juerga. Para un cuarentón como quien escribe, le hace recordar cuando iba a mochilear a Cusco en los lejanos 90, siendo el mismo espectáculo, pero la diferencia es que en Montañita es  una localidad costera y dura todo el día, imaginate si tuviera 20 menos.....no habría bloguero, sino un borrachín consuetudinario. 

Quisimos buscar algo donde dormir pero nos encontramos con residenciales que solo albergaban grupos o con precios descabellados para ser Ecuador, 50 dólares la doble., si todo bien, era temporada alta, toda linda la joda (el carrete), pero ni en pedo (ni cagando) pagaríamos 50 dólares por una habitación. No los pagamos en Italia o en Francia, menos los íbamos a pagar en Montañita.

 Así que decidimos irnos a Guayaquil para viajar a  Perú, específicamente a Máncora, pero antes aprovecharíamos de comer. Una de las cosas positivas que tiene Montañita en relación a otros lugares como Puerto López o Baños, es la amplia oferta de comida (pizzerias, sandwichs, empanadas, kebabs, omelettes restoranes de todas las calañas y puestos callejeros, todo a precios mas que alcanzables, de 1 a 3 dólares).

Espera en Montañita

A lo relativo de como llegar a Montañita, hay que tener claro que en Montañita no hay una terminal de micros (buses/central camionera). Los que vienen desde Manta o Puerto López paran en la calle principal y sólo los de la empresa CTM  que viajan a Guayaquil sin paradas 6 o 7 veces al día, tienen en su propio terminal.  

Por suerte (era sábado) encontramos pasaje para las 14 horas para Guayaquil (6 dólares, 3 horas y media de viaje). Por suerte había que esperar una hora solamente.  Durante la espera (lo confirmaría arriba del bus) me sentía en algún balneario del litoral central en la década de 1990 ¿por qué? el terminal como el bus estaba lleno de chilenos, mayoritariamente de Santiago que comenzaban a retornar a Chile tras literalmente gastarse todo el dinero en sus vacaciones en Ecuador, tal como se podía escuchar en el terminal como en las conversaciones dentro del micro (bus). 

Cuando subimos al bus, salvo el chófer y el ayudante que eran ecuatorianos y mi mujer que es argentina, todos eran chilenos, realmente era como estar en un Pullman Bus volviendo de Algarrobo o La Serena, un dejavú del pasado sin duda. Por lo menos, el bus era moderno, con baño y aire acondicionado. 

Llegamos a Guayaquil a las 17:30 horas y cuando bajábamos del micro, escuché a un tipo no mayor de 25 años (quien con su grupo de amigos viajaría en el mismo bus que nosotros a Perú) decir algo que diferencia al viajero chileno promedio de los argentinos y uruguayos: "p'ta wn por fin llegamo' pa' que podamo' almorzar algo ctm", el hecho de que por lo general la comida (y el orden de las comidas) está más presente en su imaginario que el de otros viajeros que son bastante  menos estructurados con lo que comen.

Terminal Terrestre de Guayaquil

Entramos por tercera vez a la elefantíasica Terminal Terrestre de Guayaquil, ahora para buscar algún bus para irnos al Perú. Encontramos pasaje en Super Semeria, por 20 dólares hasta Máncora a las 22:30 horas y lo bueno es que pudimos dejar las mochilas en la agencia de la empresa. Había que hacer tiempo unas 5 horas. Dimos vuelta por las tiendas y supermercados, aparte de aprovechar de cenar comida Cajún en un restoran del patio de comidas de la Terminal. Un menú  de comida Cajún con jugo salía 3 dólares (mas de 2800 CLP o 900 ARS). Por suerte, las horas pasaron rápidamente, fuimos a buscar las mochilas, subir al tercer nivel donde estaba la plataforma (anden) de donde salía el micro  (bus). 

El bus que tomamos sería lo que en Argentina es un micro "común con aire" o en Chile "Pullman" o "clásico", nada del otro mundo, pero tampoco incómodo, ideal para un viaje de media distancia.  Iba con 3/4 del pasaje, con peruanos, ecuatorianos, chilenos, estadounidenses y argentinos. Salimos de Guayaquil y el sueño nos atrapó hasta cruzar la frontera en Huaquillas, donde actualmente se encuentra la aduana integrada entre Perú y Ecuador. 

Este era un complejo de edificios subutilizado, con poco movimiento (era el bus nuestro y otro que venía llegando) y nada más. El control fue básicamente migratorio, dado que por la hora (02:30 am, misma hora en Perú y Ecuador) no hay personal de aduanas. El trámite por persona fue bastante expedito y menos de 1 hora salimos de la aduana integrada para seguir viaje. Pasamos por una Tumbes desierta, con algún que otro joven en la puerta de alguna disco. Volvimos a caer dormidos hasta que un grito del chófer nos despierta: "Máncora", "los que bajan en Máncora"

Máncora a las 8 am

Llegamos a Máncora....pero a las 04:30 am. El bus nos dejó en la agencia -cerrada-  y apenas bajamos del bus, aparecen mototaxistas para llevarnos a "hostales buenos bonitos y baratos" evidentemente a cambio de una comisión del hotelero y por 3 soles (menos de un dólar) de parte nuestra.

 Entre estar parados ahí y ver que onda el pueblo, siempre será mejor dar una vuelta...nos subimos al taximoto y los 3 o 4 que nos mostró, nada convenció, ya sea por precio, calidad o que simplemente no había nadie que atendiera. Le dijimos fastidiado que nos llevara al terminal de micros de la empresa EPPO (que hace viajes locales entre Mancora y Piura) no tanto para irnos sino para hacer tiempo hasta el amanecer y buscar alojamiento....pero  esa ya es otra historia.

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