Dresden: Imágenes y divagaciones varias

  Dresden: parte antigua de la ciudad

Dresden es de esas ciudades que sin duda, llaman la atención a cualquiera que la visite.

Pese a que buena parte de la ciudad vieja fue arrasada en los bombardeos aliados de febrero de 1945, aún se puedeen Dresden ver edificios de los siglos XVIII y XIX, que recuerdan un pasado glorioso, de  ser una orgullosa ciudad dentro del viejo imperio sacro romano germánico y posteriormente de la Alemania imperial y del Tercer Reich. Poco de eso queda y es bastante claro que a pesar de la restauración, muchos edificios de la ciudad mantienen una cubierta negra de hollín, lo que sin duda es un visible y macabro recuerdo de los sangrientos bombardeos realizados por la RAF y la USAAF  en los días finales de la Segunda Guerra Mundial en Europa.

manchas de hollín en edificio de Dresden

Tras la  nula reconstrucción  de la ciudad que se realizó en la época de la RDA (es cosa de caminar por sus calles, ya que aún hasta el día de hoy se pueden ver grandes extensiones de su zona urbana vacías o con edificios recién construidos dentro de terrenos prácticamente abandonados) recién tras la reunificación, en la década de 1990, empezó a llenarse de edificios aunque muchos son centros comerciales y restaurar lo que quedó del viejo esplendor de la joya de Sajonia: Dresden.

Dresden: huellas del pasado

Caminar por Dresden es simplemente el poder contemplar la belleza de la arquitectura clásica europea, pero a la vez, ver de una manera directa la enorme e ilimitada capacidad de matar que puede llegar a tener el ser humano cuando decide autoexterminarse a escala industrial como cuando lo hizo durante la Segunda Guerra Mundial. El sólo hecho de pensar que en esta ciudad murieron más de 80,000 personas solamente en una noche de bombardeos da escalofríos y reconozco que sólo pensar en ello, me los dió

Dresden: mural de la época del Kaiser

Cuando caminábamos por las calles de la ciudad, le comentaba a mi esposa de esa sensación extraña, de saber de que miles murieron en una sola noche.  Me imagino que esa sensación debe de ser similar a quienes visitan Hiroshima (ciudad que visitaría años mas tarde con una sensación muy diferente)  otro ejemplo claro de donde puede llegar la locura del ser humano en sus intentos de autoeliminarse sin contemplaciones.

Edificio abandonado en Neustadt, Dresden

Pero más allá de estas divagaciones sobre la vida, la muerte y la guerra que me generó recorrer el centro histórico de Dresden, esta es una ciudad a la cual volvería encantado. Saber que la vida y el ingenio del hombre puede levantarse tras el desastre, autoinfringido en este caso,  es un suficiente motivo para recorrer sus calles, puentes y avenidas, esperando eso sí que los hombres hayamos aprendido las lecciones del pasado de una buena vez para no repetirlos jamás.

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